Antes de iniciar el procedimiento, Guzmán se reunió con integrantes de la Arquidiócesis, entre ellos el cardenal Gregorio Rosa Chávez y el arzobispo José Luis Escobar, a quienes explicó el proceder a seguir.
El abogado David Morales, querellante en el caso contra los responsables de la matanza, declaró que esta inspección pretende certificar los documentos sobre las víctimas de la masacre.
Morales, exombudsman de El Salvador, negó que el objetivo sea apropiarse de tal documentación, como temía monseñor Escobar cuando rechazó de entrada el acceso a los archivos de Tutela Legal de la Archidiócesis.
Escobar accedió el pasado jueves a abrir las puertas de su área de Tutela Legal tras conversar con Guzmán, y achacó su reticencia inicial a un malentendido sobre el destino de los documentos.
La negativa inicial del Arzobispado generó múltiples críticas desde la sociedad civil, pues fue comparada con el bloqueo de las Fuerzas Armadas a sus archivos militares, en franco desacato a una orden judicial.
La masacre de El Mozote es considerada la peor en la historia del hemisferio occidental, pues un millar de civiles fueron asesinados en un lapso de tres días, como parte de una política contrainsurgente del gobierno de turno.
La guerra civil en El Salvador terminó con la firma en 1992 de los Acuerdos de Paz, luego de 12 años que dejaron 75 mil muertos y miles de heridos, desaparecidos y lisiados.